martes, 23 de abril de 2013

Ópera en el cine. Parte II.

En nuestra segunda entrega del serial dedicado a la ópera en el cine, hablaremos de Las aventuras de Priscila, reina del desierto. 



Uno de los grandes éxitos internacionales del cine australiano de los años 90, Las aventuras de Priscilla, reina del desierto se estrenó en 1994. Dirigida por Stephan Elliot, está protagonizada protagonizada por un maravilloso Terence Stamp en el papel de Bernadette, al que acompañan por esta singular road movie, unos por entonces desconocidos actores australianos, Hugo Weaving (El señor de los anillos) y Guy Pierce (L.A. Confidential).

La historia se centra en el viaje que acometen una mujer transexual y dos hombres gays, que trabajan como transformistas. Se desplazarán desde Sydney hasta el mismo centro de Australia, Alice Spring, ya que tienen que realizar una actuación. Para tal agotador viaje, adquieren una guagua, bautizada Priscila, con la que atravesando el desierto australiano, vivirán múltiples aventuras, todo ello al ritmo de las canciones de ABBA.

Como anécdota, Las aventuras de Priscila, reina del desierto, contó con un "minúsculo" presupuesto para el departamento de vestuario. Los diseñadores del mismo, Lizzy Gardiner y Tim Chappel, se aferraron a su talento e imaginación Inspirándose en la cultura, geografía y naturaleza australiana, crearon para el trío protagonista, uno de los vestuarios más ingeniosos, coloridos y divertidos, que se hayan visto en la gran pantalla. Lizzy Gardiner y Tim Chappel, ganaron el Oscar de 1995 al mejor diseño de vestuario.

Sharon Stone, presentó el premio al mejor diseño de vestuario.

La escena que nos ocupa, corta en duración, transcurre en pleno desierto, y es además una de las secuencias más recordadas de la película. Guy Pierce, subido en el techo de la guagua, y vestido con un espectacular traje plateado, se transforma en toda una diva de la ópera. Suena "E strano! Ah fors e lui", la voz es de Joan Carden... y el viento hace el resto. A disfrutar.

3 comentarios:

  1. Gran película con pocos medios, aquí si que se demuestra que el talento y el dinero no siempre van de la mano. Bonita entrada.

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  2. Efectivamente Afines Magazine, claro ejemplo, que el talento y creatividad, puede sobreponerse a cualquier impedimento, en este caso de presupuesto.

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