La tercera temporada de esta exitosa serie, nos remonta hasta el año 1830, en la ciudad de Nueva Orleans. Aquí reside
Madame Delphine Lalaurie (Kathy Bates), destacado miembro de la alta sociedad de esta húmeda ciudad sureña, que esconde un oscuro secreto que no tardamos en averiguar según avanza el metraje. Madame Lalaurie mantiene en cautividad a sus esclavos para satisfacer sus más retorcidas ideas, hasta que conoce a
Marie Laveau (Angela Bassett) y todo cambiará desde ese momento.
Damos un salto en el tiempo, y nos situamos en la actualidad,
Cordelia Foxx (Sarah Paulson), regenta una escuela para ‘jóvenes conflictivas’ que son en realidad jóvenes brujas, a las cuales esta escuela, les ayuda a sobrevivir y adaptarse a la sociedad que les ha tocado vivir. Por su parte la madre de Cordelia,
Fiona Goode (Jessica Lange), que vive en una desesperada búsqueda por la eterna juventud, llega a la escuela para asegurar la protección de la misma y de las alumnas que la regentan.
Esta tercera entrega de la galardonada serie de la cadena por cable norteamericana
FX, se nos presenta como un magnífico vehículo de lucimiento para su espectacular reparto femenino. Repleto de excelentes actrices que no hace mucho tiempo veíamos en la gran pantalla y que, habiendo dado Hollywood la espalda a este maravilloso grupo de mujeres, han encontrado en la televisión por cable norteamericana una salida para seguir mostrando su talento.
Jessica Lange,
Kathy Bates y
Angela Bassett, despliegan todo su potencial al servicio de estos personajes entregados a la desbordante, salvaje y retorcida imaginación del grupo de guionistas que dirigen la serie.
Cabe destacar también, el destacado papel que juegan las actrices jóvenes. Desde las más ‘veteranas’ como
Sarah Paulson y
Lily Rabe (ambas presentes en la temporada anterior), hasta las más ‘novatas’
Taissa Farmiga,
Emma Roberts,
Jamie Brewer y
Gabourey Sidibe, estas últimas, como alumnas de la escuela.
Un magnífico comienzo, para una serie que promete darnos muchos sustos, dolores de cabeza, y escenas durante las cuales se nos hará muy difícil no sentirnos incómodos y apartar durante un instante los ojos de la pantalla.