martes, 4 de febrero de 2014

'A propósito de Llewyn Davis'. Opinión.




Dirección: Joel Coen, Ethan Coen
Guión: Joel Coen, Ethan Coen
Reparto: Oscar Isaac, Carey Mulligan, John Goodman, Ethan Phillips, Garrett Hedlund, Justin Timberlake, Max Casella, F. Murray Abraham, Jeanine Serralles, Stark Sands, Jerry Grayson, Robin Bartlett, Adam Driver


Nos encontramos en un gélido invierno en la ciudad de Nueva York. Es 1961 y un joven cantante de folk Llewyn Davis, vive de mala manera en el mítico y bohemio barrio de Greenwich Village. No tiene un hogar fijo, va durmiendo en diferentes casas, diferente sofás, de amigos o familiares. El poco dinero que gana, lo hace cantando en pequeños locales de la ciudad o colaborando en alguna grabación esporádica de algun disco. Un día, se le presenta la oportunidad de viajar a Chicago para conocer a un importante magnate de la producción discográfica y realizar una prueba.

Troy Nelson (Stark Sands), Jean (Carey Mulligan) y Jim (Justin Timberlake).
'A propósito de Llewyn Davis', es una deliciosa pequeña película, escrita y dirigida por los hermanos Coen (Joel y Ethan). A lo largo de su hora y media de duración, nos plantean una historia donde la música y un gato, tiene un papel destacado, con algún toque surrealista y cómico, pero con un fondo amargo, que la hace enigmática y cautivadora.

La película cuenta con un reparto en estado de gracia, donde sobresale Oscar Isaac (Llewyn Davis) en una interpretación llena de humanidad, gracia, pero con un fondo de amargura, que hace que la película brille aún más con su presencia. No nos podemos olvidar de un fantástico grupo de secundarios de lujo, que van apareciendo en la vida de Llewyn, Justin Timberlake, un amigo también músico, John Goodman al que acompaña en su viaje hasta Chicago y F. Murray Abraham, como un importante magnate de la indsutria musical.

Llewys (Oscar Isaac) y Jim (justin Timberlake)

Roland Turner (John Goodman)
Con una ambientación muy cuidada, cuenta con una espléndida fotografía en tonos sepias a cargo del francés Bruno Delbonnel y de una fantástica banda sonora con temas de la época, supervisada por T Bone Burnett.

Una pequeña gran película, que nos sumerge en la cara menos amable del sueño americano.



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